Durante años, los acuerdos estructurados se han utilizado ampliamente en las liquidaciones por lesiones personales para compensar a las víctimas de lesiones. En un acuerdo estructurado, se llega a un acuerdo entre las partes en virtud del cual la persona lesionada recibe daños en forma de un flujo de pagos periódicos. Estos pagos, como los ingresos mensuales de por vida, se adaptan para cubrir los gastos médicos futuros, las necesidades básicas de subsistencia y de inversión de la parte lesionada.
Los pagos pueden programarse para cualquier período y están estructurados para satisfacer las necesidades financieras del individuo y su familia. Pueden incluir pagos de sumas globales para satisfacer necesidades futuras, como educación universitaria, e incluso pueden capitalizarse anualmente para compensar el impacto de la inflación.
Un acuerdo estructurado puede acordarse en privado, como en un acuerdo previo al juicio, o puede ser requerido por una orden judicial, como en un acuerdo o sentencia que involucre a un menor.
Un acuerdo estructurado es una solución comprobada y efectiva para las necesidades financieras de las víctimas de lesiones personales.
Los profesionales legales, los abogados demandantes, los jueces y los abogados defensores abogan por el uso de acuerdos estructurados porque pueden satisfacer de manera efectiva las necesidades de seguridad de una persona y brindar más beneficios a lo largo del tiempo, en comparación con un solo acuerdo de suma global.
